sábado, 28 de septiembre de 2013

Revolución en la república


Fuente: http://www.perros.com/albumes/crinblanca/1472/
Jamás me he plantado con un NO tan rotundo. Cuando se ha planteado el tema de tener perro me he cerrado en banda y no he admitido ningún argumento. Realmente es cierto aquel dicho : "nunca digas de esa agua no beberé". 

"Ni siquiera tiene dos meses..." "Solo estará dos o tres días, mamá"...  El miércoles por la noche  llegó Nana, una mezcla de pastor alemán y husky siberiano. Nacida en Barcelona con un destino curioso: un convento de monjitas de Altea. La república de Tarraco viene a ser un peaje... ¡menudo peaje! 

Tímida las primeras horas. Los ciudadanos le prepararon su cuna en la cesta más grande que encontramos y una papilla de cereales con miel que devoró... Ahora come arroz y pan y longaniza... Hace fiestas y no me extraña. Mimada y consentida por todos (se entiende que yo no participo),  que "es tan poco tiempo que no pasa nada". Con un día de convivencia -la han estimulado demasiado- he tenido que sacar el tendedor plegable. Lo necesito porque no puedo acceder a la zona destinada a este menester; habrá que investigar si hay un avispero.

Ayer la "tecnitas" me comunicó que los tres días se convertirían probablemente en tres semanas. Alegría y angustia del "segundo sufridor" que se hubiera quedado con la camada entera. Tiene la costumbre de adelantar mentalmente los acontecimientos y ya saborea de antemano la tristeza de la despedida. El primogénito se pasa ratos largos deseducándola; tan pocos días y no puede ir descalzo porque le muerde los dedos de los pies. Yo me limité a acariciarla y al poco unas manchas rojas pusieron de manifiesto mi alergia a los perros ... o eso creo.

Nana es ahora la atracción y la curiosidad de familiares, novios y amigos. Pensamos en organizar una jornada de puertas abiertas con refrigerio incluido. Este fin de semana será movido.

Pero lo que me inquieta es la situación de provisionalidad; una espera quizá demasiado larga. Nana está de paso. Inevitablemente cada jornada suma el natural arraigo de cualquier criatura, sea o no humana. Nos tendremos que hacer cargo de las vacunas ; también de esos mínimos para que no haga pipí donde ella quiera (el tema de las heces ya está controlado). 

Acepté y me toca callar. Incluso a mí, que me resisto a aceptarlo, me inspira ternura. Me sorprendo a mí misma diciendo que es una perrita preciosa... Llegará el día que se irá y sus dueños serán otros. Dejará vacía la terraza. Volverá a estar limpia y ordenada. Quizá la bota del segundo sufridor ya no sirva para ser calzada.

Si he escrito esto hoy, no quiero ni imaginar lo que escribiré cuando despidamos a Nana.





lunes, 23 de septiembre de 2013

Adiós a un verano en silencio.


Un verano sin escribir; verano -que no veraneo- intenso... Todas las palabras atesoradas y cuidadas para ser dichas en privado. Verano, que no veraneo. Mi cita aplazada con la ventana abierta por la que no se vislumbra qué sucede...  Crecidas; todavía se están secando al sol las botas de caucho con el barro pegado. Inevitables crecidas que te obligan a ser observador silencioso.

"¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!" (Lope de Vega)

No, no sé qué tiene. Será la abundante pinaza que obliga a caminar lento... o la explosión de vida juvenil que necesita tiempo y espacio para ser reconducida... Tal vez sea esta costumbre de reinventarse después de cada tsunami, recuperando muebles viejos y apañando la cáscara de la república.

Mientras... río abajo sigo con esta ventana, en busca de un equilibrio que pocas veces consigo, mirando hacia arriba aunque

"Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres

que desde entonces no ha vuelto".(Lope de Vega)

y no me lo creo; hay mucho de verdad a nuestro alcance.

Y,como Lope, con el paso del tiempo cada vez atesoro más razones para albergar ciertas "envidias", las que me despiertan los hombres 

que"(...)sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.

Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos.

Ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;(...)"

Estrenando otoño de 2013 descorcho nueva temporada de blog. He llenado de agua la bombilla reciclada. Todo mi cariño para los que os pasáis por aquí y sois benevolentes con las "cosas" de su bloguera.

"Bicicletes"...