martes, 5 de noviembre de 2013

Esos campos "robados" ...



Estoy aligerando y ordenando la república. La tengo a régimen. No sabía la gravedad del sobrepeso. 

Estos días toca papeles y hoy he tocado fondo(valga la redundancia); ¡los apuntes de hace mil años! Me he entretenido -emocionado a veces- con los recuerdos de las clases de Historia del español y Semántica con Coloma Lleal, Sintaxis con el Dr. Marsá, Historia de la lingüística con Jesús Tusón... Revolviendo entre resúmenes de aquellos tiempos, un artículo que colé entre unas hojas por alguna razón y se me olvidó anotar su autoría. Sería quizá la interpretación libre y poética de un (una en este caso) no lingüista sobre aquellos campos semánticos "de libro" tan complejos...  Curioso. Todavía hoy pienso si no se trata de un ataque a la palabra... o una elucubración muy bien estructurada.

"Oí hablar sobre algo que los lingüistas denominan campos semánticos y, como no soy experta en la materia, no sabría explicar bien de qué se trata. Pero hubo un día que lo intuí o lo imaginé. Y pensaba en esos campos que pertenecen al lenguaje y a la palabra, aunque más bien le preceden.  Le preceden en la mente antes de que ésta la  escupa en forma de vocablo. Y residen en ella de una forma abstracta, algo desordenada y en imágenes. Después llega la hora de la siega. Hay veces que lo haces a mano y otras mecánicamente, pero al segar destruyes los campos y escupes la palabra. La escupes, la ordenas y la empaquetas para exhibirla y que alguien se quede con ella; y puede que sí construyas palabras, palabras y más palabras, formes alguna frase y más… Y las exhibes… y al exhibirlas y empaquetarlas  puede que incluso te prostituyas con ellas  o sean objeto de mercadeo que, en definitiva, es como prostituirse. 

… ¡Qué lejos quedan esos campos cuando llegan las reglas para construir  la palabra!

-¿Por qué has dibujado campo, trigo, arboleda y un árbol lejano?

Primero existió el "campo" y por eso dibujé un campo; dibujé un campo y pensé en trigo porque como no entiendo de "campos"  la imagen del trigo surgió sin querer, sin premeditarlo. Y dibujé un campo de trigo porque el trigo está muy presente en todo lo que comemos; y era campo de trigo por la tierra, por la semilla y por la siega. Y creo que también por la parábola, pero no indagué mucho en ella.

Y allí, a  las espigas las azotaba el viento, y aunque crecían, cada una podía bailar al son del movimiento de las nubes. Había tierra (no me preguntes por la fertilidad; no quise llegar tan adentro). Pero soplaba el viento, llámale brisa si quieres, y había espacio para tumbarme en ese campo y mirar al cielo, que me diera el sol en la cara, que me acariciara el aire y que no me importara que cualquier maleza entrara en mi cuerpo. Y donde me tumbara aplastaría algún  fruto y encontraría alguna mala hierba y también alguna flor silvestre. Y todo eso no me importaría porque el sol calentaba mi cara y me acariciaba un rumor suave que, amable, llegaba a mí convertido en brisa.

Y allí, en algún momento, dormida sin ser siesta, me incorporaría sin sacudirme los restos de trigo que se colaran por el cuello de mi blusa, y andaría por esos árboles de la arboleda y correría buscando  aquél, el más lejano, el que estaba  más perdido…

Y con una navaja escribiría algo en ese árbol, algo corto, algo sencillo; no preguntes, que aunque prostituida sigo vestida…"

Si alguno se reconoce en el texto que lo reclame, por favor.
Y si llueve en el "campo"... ojalá que sea café. 

14 comentarios:

Luisa dijo...

sin palabras, así me dejas. Esto tengo que releerlo varias veces, masticarlo, degustarlo y darle forma. Lo pensaré. Me gusta.
Besos poeta de ciudad :)

oles dijo...

Si yo fuera palabra, acompañaría a esta que duerme sin ser siesta en ese campo de trigo... Y le daría la navaja para que escribiera en el tronco de aquel árbol, el mas lejano, algo corto, algo sencillo. Si yo fuera palabra, como ella, seguiría vestida aunque prostituida...
Sea lo que sea, ataque o elucubración es sencillamente maravilloso, y ojalá pudiera yo reclamar su autoría... Un sueño mas.
Gracias por compartirlo, Sunsi. Besos cálidos del sur

Mariapi dijo...

...y a mi que lo que más me gusta de la palabra es precisamente esa posibilidad de dejar el campo y transformarse al ser compartida.
Precioso el texto.

Un besote y gracias Sunsi.

sunsi dijo...

Siempre había creído que no se podía pensar sin todas esas palabras que vienen a ser una manera de acotar un campo semántico. Sería, más o menos, como intentar razonar sin conceptos.

Este texto dice todo lo contrario. Cuando segamos el campo, cuando nombramos, empezamos a devaluar la palabra, a mercadear con ella.

Para poeta oles...
Un beso, Luisilla, y gracias por entrar al trapo en esta entrada difícil de masticar. Caray con la autora del artículo.

sunsi dijo...

Me pido ser palabra ... pero como la tuya ;-) Hay que ver lo bonita que es tu prosa poética, oles.

Me alegra tanto que te haya gustado... Es un planteamiento revolucionario, como intuyo que será su autor... Ya me gustaría a mí también.

Gracias, oles. Un beso desde Tarraco.

sunsi dijo...

Mariapi... Y lo que te he echado de menos. Estarás hasta arriba de trabajo.

Por lo que tú mencionas, precisamente por ello, me chocó el texto. El campo... Como más acotado más rico... Cuantos más vocablos, mayor conocimiento de la realidad semántica. Eso decían mis libros... No obstante, qué bello el texto...

Gracias a ti.
Un beso gordo y un abrazo, Mater.



Anónimo dijo...

Intrusión... Perdón!!! He leído tu escrito del 17 de octubre. He puesto unas líneas. Te lo digo bajito. Perdón por el atrevimiento al asomarme por aquí...
Besosssss con cariñooooo

sunsi dijo...

¿Atrevimiento? Pobre de ti como no lo hagas más veces... Te contesto donde canta Rosario ¡Qué bonito!
Y qué alegría leerte aquí.

Watson a M.HOLMES dijo...

..."por aluviones" que diría aquel.

Empecemos, ¿Cuando usted dice cursi a que se refiere a algo que sea bucólico y pastoril y provoca dentera a la misma Serracena, o bien se refiere a algo cursi..vo como la palabra estilizada?

Si es lo primero lo entiendo, Sarracena es la ternura personificada.

Y si es lo segundo, le espeto a que interprete el "sueño" de esa mujer tumbada y prostituida por la palabra. Usted que conoce tanta actividad mundana ¿sabría decirnos porque la autora se siente prostituida? ...y usted que tiene una lupa que ve hasta en las almas ¿sabría decirnos que escribió esa chica en el árbol?

PD. Agradecido a la autora de este blog por este espacio cedido, y dejar por aquí estas letras ;)

sarracena infiel dijo...

Uffffffff, demasiado profundo para una mente tan pedestre como a mia.

Solo puedo decir una cosa: con la palabra escrita me pasa como con la fotografía; lo que ve mi mente, lo que percibe, nada tiene que ver con lo que fotografío. De igual manera, lo que verbalizo, construyo y escribo, nada tiene que ver con lo que pienso, siento o racionalizo.

Así que me conformo con esa forma de comunicación que es la que la palabra escrita se conjuga con el gesto, la expresión, el talante ....

Zambullida dijo...

Eso de tumbarme yo en los campos lo he hecho yo muchas veces y no sólo metafóricamente.

Los apuntes los tiré hace años. Al principio, da pena, pero luego uno se queda muy a gusto. Un lastre menos.

Bs, Sunsi.

sunsi dijo...

No había visto los tres últimos comentarios... OS LO JORO...

Ya empezamos, Watson... A mí, en el fondo de los fondos, lo que me interesa es que la autora del artículo se dé por aludida y se persone aquí en esta casa...

Me temo que M. Holmes anda tras alguna pista y no ha leído su comentario... Con lo atinado que ha estado usted;-)

sunsi dijo...

Sarri... ¿pedestre o práctica? Con tu lingüística tan fluida (mujer viajada y leída) no termino de entender la disociación entre verbo y pensamiento. Eso sí... completamente de acuerdo en que "la que la palabra escrita se conjuga con el gesto, la expresión, el talante ...." Anunque a más de uno se le nota el talante y el gesto a través de su escritura...

Un beso pastoril, querida Sarracena.

sunsi dijo...

Cada vez que estoy a punto de tirarlos me entra la nostalgia, Zambu. También me pasa que tengo la sensación de que algún día alguien podría necesitarlos. Es verdad. No deja de ser un lastre, pero...

Sí, señora. Tumbarse en el campo, a la sombra de un árbol. Campo real y árbol real...Rozando casi la plenitud con tan poco.

Un beso grande, querida escritora.