jueves, 14 de febrero de 2013

Querido Santo Padre


He reposado un poco la decisión del Santo Padre. Incredulidad primero, después confusión... Tras las primeras palabras del Papa, una mezcla de tristeza -no es exactamente eso pero no sé expresarlo de otra manera- y añoranza anticipada. La noticia colapsó los medios y la mayoría no vertieron más que conjeturas; no me interesan. Ni siquiera encuentro justificación para ello cuando el propio Papa, con una claridad y concisión admirables, no da lugar a lecturas distintas que no sean las de sus propias palabras:

"...en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado".

"Deus caritas est"... Dios es amor. La primera encíclica. Como si el Santo Padre tuviera prisa por dejar claro que lo primero es lo primero. Cada uno de los católicos que han intentado profundizar en su doctrina habrán tomado nota con subrayados personales... Lo primero: Dios nos amó primero. Puede ser que a muchos les haya sucedido lo que a mí y hayan descubierto que la limitación, los errores humanos no son motivo de vergüenza. Dios nos amó primero y cuenta con nuestras imperfecciones porque así nos ha creado y así nos quiere. Si quedaba algún resquicio para el "voluntarismo", se despejaba la incógnita.

La libertad, la conciencia... La expresión de San Agustín -"Ama y haz lo que quieras"- se entiende, se comprende en el contexto de los escritos del Pontífice. La conciencia desplegada como un libro abierto ante el Dios que nos ama, ante su Luz que ilumina cada recoveco del alma... para actuar sin más obstáculos que el propio Amor. 

Ayer, miércoles de ceniza, el rostro anciano del Papa me conmovió. Es ese estado en el que la ternura y el agradecimiento van más allá de la imagen televisiva y no sé qué hubiera dado por estar en Roma y videre Petrum:

"Queridos hermanos y hermanas, como saben, he decidido renunciar al ministerio que el Señor me confió el 19 de abril de 2005. Lo he hecho en plena libertad por el bien de la Iglesia, tras haber orado largamente y examinar mi conciencia ante Dios"."Y soy consciente de la importancia del hecho, pero también de no ser capaz de llevar a cabo el ministerio petrino con la fuerza física y el espíritu que lo requiere".

Este post se queda cojo y corto. No era mi intención escribir una crónica del Pontificado de Benedicto XVI, sino dar las gracias  a un Papa de un calado intelectual como pocos. Un Papa que ha transmitido con la sencillez de un hombre de Dios los pilares de la fe. La fe... lejos de renunciar al hombre, lo hace más humano.  Nos queda su vida, los motivos que han causado su renuncia - coherente, libre-  y sus escritos. Gracias, querido Santo Padre. 


12 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Sólo dar gracias, muchísimas gracias. Y un abrazo para ti, guapaaaa.

sunsi dijo...

Pimenteeel. Querida Máster.Dar las gracias como sepa o pueda cada uno.
¡Cuánto tiempo, Aurora! Un beso gordo.

Mariapi dijo...

Sunsi, me han conmovido tus palabras, es como si hubieses leido mi corazón.
Cuanta sencillez y humildad. Pero también fortaleza y libertad interior.
Besos.

tomae dijo...

El otro día oí en unas jornadas ...que más que estar en época de cambios, estamos en un cambio de época; claro hace falta tiempo para verlo y quizá algún signo (tipo descubrimiento de América o algo así)

...Cambio de Época? Signos? ...pues este viene de un hombre que está muy cerca de Dios, muy cerca del Amor de Dios ...


Gracias Sunseta!!!

Sara M. dijo...

Lo primero aclarar que soy católica y prácticante, pero no he leído prácticamente nada de los escritos papales (ni de Benedicto XVI, ni de ningún otro), salvo extractos puntuales. Una vez aclarado esto, no entiendo porqué se ha montado semejante alboroto. Cierto que hay que tener mucho valor para hacer lo que ha hecho, que si no recuerdo mal, es sólo el cuarto caso en la historia, que no ocurría desde hace no sé cuántos siglos, etc. Pero si, sinceramente, él no se ve capacitado para realizar su función (¡Menuda función!), ¿qué problema hay en que renuncie? Estos días me he acordado mucho de su antecesor; pobre Juan Pablo II,, casi sin fuerzas para moverse, con su Parkinson, y aqui y allí viajando; insisto, me daba mucha pena verle así (desde la más profunda admiración).
Me quedo con la reflexión de mi hija: pues si ha renunciado, la última JMJ de este Papa fue la de Madrid...

sunsi dijo...

Mariapi... No sé si tendrá que ver que mientras meditaba lo que quería escribir pensé en ti varias veces:) Has sido como una hermana mayor que me ha ido indicando lo valioso de sus escritos. Y te lo agradezco en el alma. Un beso, Mater.

sunsi dijo...

Lo que dices, Tomae, lo comparte mucha gente. Y a veces los signos no son tan extraordinarios... Creo que esta crisis profunda de espiritualidad, valores, estructura social (empezando por la natural: la familia), económica... socava los cimientos y habrá que construir otros.
Gracias a ti, Tomae.

sunsi dijo...

Hola, Sara M. Yo he tenido la fortuna de contar con personas que me han indicado una "hoja de ruta" para leer los escritos del Santo Padre. Ojalá hubiera leído más... De todas formas, tenemos toda la vida por delante, ¿no? :)))

Aquí el asunto es de qué se trata que me opongo. A mí, como a ti, me parece una decisión acertada. Pero no tanto por mi opinión sino porque el Papa la ha tomado en conciencia y libremente.

Muy aguda tu hija, Sara... También los jóvenes son conscientes de los momentos históricos que han vivido.

Un beso.

lolo dijo...

Sunsi, firmaría prácticamente tu post. Resuenan las palabras del Papa transparentes, éstas sí. Solo una cosa se me queda dentro y vuelve: cuánto tiene que haber sufrido en su discernimiento. Espero que no haya estado solo durante ese tiempo. Lo imagino hablando con su hermano y con su confesor. Aún así.

En cuanto a la diferencia con su antecesor, qué riqueza la de la Iglesia, qué riqueza la de los enviados para servirla en primera fila. Uno da su último aliento y otro renuncia humildemente, se reconoce sin fuerzas y se va. Precioso, uno y otro me ayudan a creer, en la Iglesia y en la libertad.

sunsi dijo...

lolo... ¡por Dios!Gracias. No era lo mismo, ¿sabes? No me hallaba sin tu compañía... y sin la de algún otro, pero c'es la vie...

Existe un fluido de pensamiento en esta república...Lo dejé a propósito en el tintero porque no puedo imaginar lo que habrá sufrido el Papa. Sí imagino la soledad en la oración, abriendo de par en par su corazón y su conciencia ante el Dios que es Amor. Consuela saber que, una vez tomada la decisión, Dios da Paz.

La riqueza de la Iglesia. No son posturas antagónicas las de Juan PabloII y Benedicto XVI No hay dos personas iguales ni dos conciencias iguales. Si la libertad apela a la conciencia,¿cómo van a decidir lo mismo? Me han enseñado mucho los dos y doy gracias por ello.

Un beso, lolo. Y gracias por "estar".

Luisa dijo...

Bellísima reflexión Sunsi. Es que escribes muy bien, yo soy más...fuguilla. El mismo día que saltó la noticia me faltó tiempo para llegar a casa y escribir como una escopeta. Necesitaba hacerlo. Todos estos días estoy llevando al Papa de una manera especial en mi corazón, rezando por él, agradeciendo a Dios haberle tenido, recibir un legado teológico tan intenso y un ejemplo de vida tan auténtico y sencillo.
Lo dicho. Que escribes muy bien. Gracias por estar ahí amiga mía.
Besos

sunsi dijo...

..."Todos estos días estoy llevando al Papa de una manera especial en mi corazón". Se percibe en el post, Luisa. ¿Recuerdas la machacona aposición "el Cardenal de hierro"? Nada de eso... Gracias a ti, fuguilla del Sur. Bsssss