martes, 29 de enero de 2013

Para atrás, de cuando en cuando


Se dice -me dicen- que mirar atrás ni para coger impulso. 

No dudo de que funcione, fundamentalmente para huir del tópico cualquier tiempo pasado fue mejor. Como en todo lo que concierne al ser humano, hay que tener cuidado con esa vena latina que nos lleva a los términos absolutos. Si no, que se lo pregunten a los que acuden a los comedores sociales y que hace apenas dos, tres años no tenían la necesidad de mendigar.  O a los abuelos que acogen hijos... nietos parados que no tienen dónde dormir.  Claro que aquí también habría que precisar que los ancianos envejecen como han vivido... Y hay vidas centrífugas o centrípetas, que forjan declives amargos o amables, rancios o dadivosos. 

El domingo asistí a un "espectáculo" del que todavía no he aterrizado. He llegado a pensar que si no aterrizo , mejor que mejor. Un grupo numeroso de personas adultas pidiendo a Dios su sanación con fe de niños de Primera Comunión. Chorros de plegarias. No estoy acostumbrada a este tipo de manifestaciones. Me provocan rubor ajeno, sensación de estar de más; me faltan sobretodos para cubrirme y pasar desapercibida. Supongo que una trayectoria muy concreta en la que asumes inputs de un mismo tono, volumen, timbre... durante muchos años tapan otros caminos, aquellos de los que se dice que también llevan a Roma. 

Así que sí. A veces para atrás, recuperando actitudes libres de prejucios. En tiempos de globalización y de ecumenismo, manos abiertas como las de los niños, con el tamaño justo para coger sin estropear... como las de los niños. Que corra el aire...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Un pasito p'alante María, un pasito p'atras

Anónimo dijo...

y con las manos abiertas mejor que de brazos cruzados. Vacías y en acitud de pedir.

sunsi dijo...

Buenos días, anónimo 1. Esta parte de la susodicha canción, sería algo así como +1 -1 =0 :)))

sunsi dijo...

Hola, anónimo 2. Vaya... Pues sí.

Driver dijo...

Ya no somos los mismos.

Pasa el tiempo, y se nos forman arrugas; a unos en el alma, a otros en el corazón, a todos en el cuerpo.

Y los hijos crecen, y los abuelos envejecen.

Así, que te miras al espejo y no te gustas.

Pero, en el camino recorrido aprendimos cosas, escuchamos sueños, tropezamos con verdades y observamos un mundo cambiante, inquietante.

Mas nuestra alma no se entristece, pues si lo contamos, si hemos sobrevivido, si somos capaces de acariciarle el pelo a nuestra hija.

Entonces, te vuelves a mira al espejo y ya no ves la misma cara de patata de siempre.

Y te dices a tí:

Ya no somos los mismos.
Ahora somos mejores.
...
Y entonces, es cuando más pronto que tarde, haces algo de lo que te sientes orgulloso.

Porque al fin y al cabo, tú eres lo mejor que te ha pasado en tu vida.

Tú, el dueño de tu destino.

sunsi dijo...

No sabría cómo expresarlo, Driver. Somos aparentemente una paradoja... Algo esencial en nosotros nace y permanece a lo largo de toda nuestra vida. Sin embargo, algunos humanos son sometidos o se someten a tantos cambios... La gracia , supongo, estriba en aprovecharlos.

No sé si yo soy lo mejor que ha pasado en mi vida. Eso es mucho decir, colega. Tema de entrada, sin duda. Gracias por venir.

Anónimo dijo...

Hoy toca recoger el pesebre, y mañana ya sabes, San Blas patrón de inquilinos y camioneros ...

sunsi dijo...

Apreciado anónimo. Dos puntos. El pesebre se recogió hace cinco días para ser exactos. Debería ir a un chino para comprar TULIPANES BLANCOS como hedbanísima. Interrogante y seguido. ¿Porque es San Blas o porque el antaño, muy antaño, inquilino y camionero trovador cumple años? Sé la respuesta. ¿Y tú? Ajajá...

Tulipanes Blancos dijo...

Cristina ?

sunsi dijo...

Cris...qué???!!!